Hace mas de un año, y en un remoto lugar de India, escuché decir a mi pareja por primera vez: “Nos va a cambiar la vida para siempre”.
Han pasado 18 meses y me siento afortunado por haber creado una familia junto con mi inseparable compañera, felizmente juntos ahora desde hace 7 años. Hemos conseguido generar una fuente de ingresos suficiente, tenemos una salud razonable y la llegada de nuestra pequeña nos ha recargado de vida… lo que significa, que esto va bien !
Y mirando atrás esto es lo que he aprendido …
Sé que la tentación es querer dar «lo mejor» a nuestros hijos. Para tener una gran casa y un coche nuevo, y educarlos en el mejor colegio, etc. Sé que queremos que nuestros hijos aprendan idiomas, que estudien carreras superiores, aprendan música, jueguen al fútbol o tomen clases de baile. Como padres, esta en nuestra naturaleza el deseo de proteger y cuidar de nuestro clan. Y por esto trabajamos, trabajamos duro.
Nos obligamos a producir todo lo que podemos, lo que suena como «hacer lo correcto, lo que es debido». Trabajamos más horas de las que debemos, asumimos más clientes de los que podemos, soportamos mas estrés y mas responsabilidades de lo que queremos – todo bajo el pretexto de querer ser padres perfectos y buenos proveedores. Y, por desgracia, hay consecuencias en esos hábitos. Sin duda, no son gratuitos.
He conversado por el mundo con muchas personas en los últimos 5 años, todos ellos de generaciones mayores que la mía, pidiendo consejo y sabiduría respecto a cómo mejorar mi estilo de vida… muchos me hablaron de dinero, otros de una compañera de vida, el significado de la familia, la religión y los negocios. Como en todas las conversaciones, algunos fueron mas provechosas que otras.
Pero algo destacó por ser profundamente único. Recuerdo que cada una se ha referido a su manera a este mensaje ….
«Ojalá hubiera pasado más tiempo con mis hijos.»
Y así, durante los últimos 18 meses, desde que detectamos la vida de nuestra hija, he vivido con este ideal, convencido de hacer la mejor inversión. He trabajado en la creación de ingresos suficientes disfrutando de un estilo de vida saludable. Pero nunca, nunca al precio de no pasar tiempo con mi pareja o con mi pequeña, con mi familia.
Como alguien que ha tenido la oportunidad de conocer mundo; comencé este camino enfocado casi exclusivamente en la generación de ingresos y he terminando por reordenar mis prioridades y la administración de la riqueza: Mi mejor consejo financiero es pasar más tiempo con tus hijos. Recuerda. El tiempo no para.
Hacer dinero es una ciencia relativamente simple. Se traduce a añadir más valor que cualquier otra persona a sus clientes y cosechar las recompensas. Vivo deliberadamente por debajo de mi potencial de ingresos (gano menos de lo puedo).
Mientras ganas dinero, no te pierdas los momentos preciosos de la vida. El dinero puede esperar, tus hijos no.
Feliz Día del Padre.
Reportado desde Valladolid. España
Sigue sonriendo. Que tengas un buen día.
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